"No hay nada en este mundo que no tenga un momento
decisivo"
Una de las cosas que más disfruto es ver a las personas que
me rodean. Sus gestos, sus movimientos, sus expresiones. El sonido de una risa,
el perfume de una persona, las líneas de las manos, el color de los ojos, la
forma de los dientes, el lugar de los lunares.
Todas las personas tienen algo característico, algo que las
hace irreemplazables. Cada instante tiene algo que lo hace único.
Para Henri Cartier-Bresson el momento preciso era ése: ése
que resume la esencia, ése que logra detener a la vida de su fluir incesante.
Para Bresson el medio para lograrlo era la fotografía.
Yo me propongo tomar fotos mentales. Guardar en la memoria
esas cosas pequeñas, esos momentos fugaces. Atrapar el instante y hacerlo
eterno.
A veces nos preocupamos por cosas tan grandes que nos
olvidamos que, como diría Aby Warburg, Dios está en los detalles.
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