domingo, 5 de junio de 2011

was ist enamorados fugaces

Tengo enamoramientos fugaces, pero no por eso menos intensos, al contrario, quizá aún más. Surgen de repente, irrumpen en la vida normal, quiebran el status quo, y a pesar de mis esfuerzos, son incontrolables. Qué tonto se siente uno cuando cae en estos enamoramientos fugaces, qué ingenuo, con qué magnitud abandonado en la tempestad, desprovisto de cualquier mecanismo de defensa, porque sí, esa sonrisa y esa mirada son armas que les aseguran la victoria, o en realidad, nos sentencian a nosotros a perder. ¿Porque ellos qué ganan? los enamorados fugaces pasamos desapercibidos como lo hacen las estrellas fugaces bajo la luz del día, ellos no ganan nada porque no ven nada que se puede ganar. Pero nosotros perdemos ¿qué perdemos? la cordura, principalemente, qué locos aquellos que se animan a amar de manera tan intensa y fugáz. Nosotros perdemos la paz interior, qué ansiedad, qué intranquilidad la de no encontrar el oasis en el desierto, porque sus armas son de doble filo, si son las que nos matan también son las que nos hacen sentir vivos.  Y son comparables con la fuerza de atracción de un agujero negro, porque si bien sabemos que una vez encaminados hacia ellos no podemos salir, también sabemos que allí adentro está la luz que no dejan escapar. No es lindo sentirse una serpiente encantada, pero cómo nos encantan sus encantos, cómo negarnos a bailar hiptonizados al son de sus movimientos. Los cuales conocemos de memoria, porque sí, los enamorados fugaces somos unos investigadores expertos, somos observadores incansables, estamos al acecho de cualquier pista, tomamos en cuenta cada mínimo detalle. Hasta Dios se asustaría si supiera cuánto sabemos! Pero tenemos dos dudas, dos incertidumbres, en primer lugar qué nos depara el futuro. Porque los enamorados fugaces suelen quedar olvidados, al margen, son los sustitutos que nunca abandonan el banco de suplentes, y se alimentan de sueños, de ilusiones, de ideas absurdas -pero reconfortantes- de que algún día, quizás, por esas vueltas de la vida, esa mirada y esa sonrisa que tanto tiempo fueron las armas que nos torturaron y nos complacieron, sean finalmente para nosotros y escondan detrás ese cúmulo enorme de sentimientos que a nosotros nos llenan el cuerpo - y el alma-. Esperamos que el placebo logre curarnos de verdad. Esperamos una devolución a esta devoción cuasi cual creyente a su deidad. O simplemente, esperamos la felicidad, a su lado. La otra incertidumbre radica en saber qué es exactamente eso que sentimos, qué es lo que mueve a los enamorados fugaces por el espacio interestelar. Hablar de amor, obsesión, interés, creo que no sería exacto. Estar enamorado fugazmente es focalizar todos tus entimientos en un punto y girar incansablemente a su al rededor, es sentir más de lo que se creía posible sentir. Es ilógico, es tan ilógico, tan irracional, pero a nosotros no nos importa, no necesitamos buscarle sentido, nos basta con sentirlo para saber que existe, quizás fugazmente, quizás inadvertidamente. ¡Pero no te engañes! Eso no significa que en este mismo momento no haya un enamorado fugáz acechando a tus espaldas. ¿Qué dirías si supieras que esto lo escribí por vos, que no puedo desprenderte de mi mente, que en este momento no encuentro otra manera de ser más felíz que estando al lado tuyo? ¡Si supieras todo lo que pasa por vos!

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